Una de las cosas que peor llevo en Héctor son sus obsesiones, constantes e insistentes...muchas veces algo que empieza como un simple juego, porque nos hace gracia “puntualmente”, puede llegar a convertirse en un círculo vicioso y ser un verdadero atentado para la paciencia de cualquiera, llegando a perder, en ocasiones, el control sobre nosotros mismos.

Como anécdota para ejemplificar voy a contar algo que sucedía a la salida del colegio el curso pasado en su recogida a las 14:00 de la tarde...

Los alumnos de infantil salen un poco antes y mientras esperaba por su hermano tenía que buscar la manera de entretener a Héctor sin que se diese a la fuga, entonces en una de esas ocurrencias él salió corriendo a dar dar la vuelta al edificio y al llegar a la parte trasera había una verja verde que estaba bloqueada, como no fui capaz de abrirla se me ocurrió cogerlo en peso y hacer que la saltase, con la dificultad que supone para mi por mi tamaño y su peso, como ya me parecía un exceso ponerme yo a trepar por la misma salí pitando a dar la vuelta para cogerlo del otro lado antes de perderle de vista... pues bien se ve que esta historia le hizo tanta gracia que teníamos que repetirla cada día aunque cayeran “chuzos de punta”.... las caras del resto de familiares que me veían eran un poema, pero hay cosas a las que uno se suele acostumbrar.

Si yo por lo que fuese intentaba no dar la “vueltita” y hacer otro tipo de estrategia el lío que me montaba era tal que me suponía un esfuerzo físico sobrehumano para el que no estoy preparada, así que una y otra vez se repetía sin alternativa metiéndonos así en un círculo sin salida.

Por suerte la historia tuvo final feliz, en una de las reuniones pautadas de su terapeuta Esther con el centro acordaron desde dirección que a Héctor lo acompañaría Yoli su cuidadora hasta otra zona del colegio lejos del edificio y así reconducir su conducta con una alternativa viable... de ahí la importancia de la coordinación y comunicación de cada mínima cosa que nos preocupa en él porque muchas veces llegan las soluciones que a nosotros se nos escapan porque perdemos la perspectiva...

Aunque por norma general intento compartir y trasmitir, jugando entre la fantasía y la realidad,todo lo positivo que el autismo nos aporta a veces es necesario hablar de otras situaciones con las que convivimos que nos son tan “lindas” pero que también forman parte de nuestra realidad y que también nos ayudan a madurar.