El hijo del corazón

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Un día de septiembre mamá empezó a llamarme Hijo del corazón, aunque en realidad no fue ella quien lo eligió, detrás de este nombre hay una historia que os voy a contar.

 

 

Hijo del corazón es como le llama a Dumbo su mamá en una canción que le canta mientras lo mece con su trompa. Sé que mamá siente debilidad por Dumbo porque me lo hace saber cada vez que vemos juntos la película, estoy seguro de que le recuerdo al pequeño elefante de orejas grandes y la verdad es que es muy simpático y hasta es capaz de hacer pompas cuadradas con su trompa.

 

Hace tiempo que me he dado cuenta que soy un niño especial y diferente al resto de mis amiguitos y esa es la razón por la que mamá escogió para mi una persona que me ayuda a hacer las cosas mejor cada día, que me permite entender el mundo y que me hace sentir especial, igual que Dumbo.

 

Mamá tardó en escoger a la persona que ella creía perfecta y para éso antes tuvo que equivocarse pero al final apareció y se llama Hester (con H al principio porque así es como mi hermano Martín ha decidido escribir su nombre.)

 

Empecé a verla dos veces por semana, ella supo enseguida entenderme y encontrar un camino donde me resultara más fácil comunicarme con el resto del mundo a través de las imágenes y así puedo compartir el mundo genial de las cosas que vivo con las personas que quiero.

 

Le hice saber a Hester que Dumbo y Disney eran importantes para mi y ella me hizo un montón de materiales preciosos para poder trabajar, me ponía vídeos y me cantaba canciones. Muchas veces cuando entraba mamá tenía que contener las lágrimas al ver como ella meciéndome me cantaba el hijo del corazón, lo se porque después mamá me lo contaba en el coche de vuelta al cole.

 

Entonces un día le quisimos hacer un regalo, yo le di a mamá la idea, un regalo que fuera un pequeño homenaje a su bonito trabajo y buscamos un conejo blanco como el protagonista de un cuento adaptado que me gusta mucho... Suponemos que fue todo un acierto porque al día siguiente ella le mandó un mensaje a mamá diciéndole que a partir de ese momento yo me pasaría a llamar “Hijo del corazón”.

 

Desde ese momento, empezamos a construir un pequeño universo donde Dumbo y yo nos hemos hecho inseparables. En ese pequeño universo trabajamos duro cada día porque mamá y Hester tienen la esperanza de que algún día, al igual que Dumbo yo pueda volar y tener una vida independiente.