El paso del tiempo y la madurez interior...

 

Al principio cuando la gente me preguntaban sobre el futuro de Héctor eran muy habituales las preguntas del tipo...

¿Y que te dice el médico o su terapeuta, que hablara? que podrá hacer ésto (leer, escribir....), que podrá hacer aquello?

Con mucho humor solía contestar cosas como, bueno si son capaces de vaticinar de esa manera su futuro, les pediría de paso que me sellaran una primitiva, o me comprasen un número de lotería (y es que llevarlo todo al terreno del humor es uno de mis mecanismos de defensa preferidos)

Pero el paso del tiempo, la formación, y sobre todo el día a día nos hacen cambiar, madurar en pensamientos y por supuesto en respuestas... y me viene a la cabeza aquello que decía Natividad sobre “agotarse la paciencia y desaparecer la diplomacia”. Y así, hace nada, en una conversación con una persona me volvió a hacer la pregunta que hacía tiempo ya no escuchaba:

¿Y no te dice el médico (neurólogo) que “estos niños" podrán llegar a hacer cosas como.... ?

No dejé terminar la frase porque noté ese cambio en mi interior y el humor ya no era refugio de nada . Con mucha educación, y ya menos diplomacia, me encontré diciendo:

“estos niños” no se, pero el futuro de Héctor es tan incierto como el de cualquiera de mis otros hijos, tanto que no creo que nadie sea capaz de decirme nada que yo no sepa, lo que si es cierto es que no pienso ponerle límites a ninguno de ellos y hasta donde yo pueda pondré a su alcance las herramientas necesarias para lleguen hasta donde ellos quieran

Porque el cambio pasa por dejar de pedir deseos a directamente intentar construirlos.